Durante los últimos meses, en mis actividades en varios países de Latinoamérica me he encontrado con un gran interés para innovar, sin embargo, cuando se dan cuenta de lo que implica, del precio que hay que pagar, de los cambios que requiere la organización para lograrlo, ese interés disminuye; se ve más caro el remedio que la enfermedad.
Para comenzar con este camino se requiere o de una pasión muy grande por poner a la organización en el liderazgo de una actividad o bien porque se mira la rentabilidad y no se percibe un futuro prometedor.
Cuando se acercan los empresarios a preguntar como pueden comenzar un proceso de innovación les comento que se requieren ciertos requisitos mínimos para avanzar por este camino:
Un propósito que nos mueva
Personas con un ADN innovador
Un método
Un ambiente adecuado en la organización
Foco y comprensión que el no se debe mezclar la innovación con la operación
Tiempo
Incentivos
Propósito. Sin un propósito grande que ilusione a los integrantes de la organización o al menos a los tomadores de decisión, es difícil perseverar a las primeras dificultades que necesariamente se presentarán. Solo con un propósito verdaderamente atractivo se logran superar las complicaciones, las dificultades, el esfuerzo que implica un proceso de cambio.
Personas. Innovar requiere de ciertas competencias que facilitan el proceso de innovación. En nuestra experiencia de algunos años en la gestión de estos procesos hemos descubierto algunas que son indispensables en algunos miembros del equipo que permitan su puesta en marcha: Liderazgo, Trabajo en equipo, Comunicación asertiva, Tolerancia a la frustración y pensamiento lateral.
Método. La innovación sin método se puede lograr, pero cuesta más trabajo en tiempo, diseño y su efectividad puede estar comprometida. Un método permite llevar un proceso sistemático que facilita la gestión de los proyectos e incrementa sus posibilidades de éxito, además de que va formando competencias en el equipo de trabajo.
Ambiente. El ambiente es clave para que las personas puedan correr los riesgos que implica la innovación, sólo en un ambiente de respeto, diversidad y tolerancia se puede lograr una colaboración eficaz. Las organizaciones barrocas en las que la forma es más importante que el fondo, donde la apariencia es más relevante que la sustancia, donde lo mejor es no moverse para no violentar el estatus quo, donde no se distingue del error negligente del error que surge de intentar nuevas alternativas; aquella organización donde las historias y el apellido pesa más que el mérito. Ese ambiente cerrado y mirando al pasado es "kriptonita" para la innovación.
Foco. Innovar requiere un foco distinto de la operación ordinaria de una organización. Los procesos normales del día a día están diseñados en función de la eficiencia y cuando se requiere innovar, la creatividad y el sentido de abundancia rinde mejores frutos. Difícilmente una persona puede cambiar de “mood” sin una intencionalidad precisa y espacios adecuados para lograr ese cambio de foco, así que convendrá que una parte del equipo se enfoque en la operación y otros en el proceso de cambio.
Tiempo. Sin tiempo para enfocarse en la innovación con serenidad, el día a día ocupará todo el espacio disponible y difícilmente se destinará tiempo para pensar en el futuro. Si no se destina un tiempo específico para desarrollar los nuevos proyectos se corre el riesgo de no destinar ningún espacio para hacerlo y quedarse en una buena intención. La operación absorbe por su inmediatez.
Incentivos. La inspiración que se logra con un gran propósito suele ser eficaz en los altos niveles de la organización sin embargo, cuando no existe un incentivo preciso para toda la organización, los colaboradores se centran en donde tienen puestas sus metas y dejan los temas de innovación para un mejor momento.
Ya lo decía Chesbrough: “innovar tiene sus riesgos, pero no hacerlo es letal”
Más letal aún es estar convencido de que la innovación es el mejor camino para establecer ventajas competitivas diferenciadoras y no poner los medios para lograrlo, la innovación no se dará de forma circunstancial sino solo cuando exista un convencimiento de los tomadores de decisiones y se den los pasos adecuados para lograrla.
Es verdad que la innovación tiene sus riesgos pero el fracaso más grande es no intentarlo.
Jorge Peralta Instructor de B2B Academy
@japeraltag
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